Fecha de celebración: jueves antes de Carnaval. Lugar: villa de Pola de Siero, capital del concejo o municipio asturiano de Siero.
Miles de polesos (habitantes de Pola de Siero), sierenses en general y foráneos de procedencia varia se dan cita en Les Comadres, la primera gran fiesta local de la temporada. Esta celebración es fundamentalmente gastronómica, en la que se da buena cuenta de miles de bollos preñaos y otros manjares muy solicitados por los polesos como la tortilla de sardines salones, la empanada de dulce, la lengua de ternera embuchada y, como postre, una naranja. Si en su origen el menú de Comadres se limitaba al bollo preñao, la botella de sidra y la naranja de postre, con el paso del tiempo se fueron incorporando otros platos: embutidos, tortillas de patatas, filetes empanados...
Según la tradición, las mujeres, principales protagonistas de este encuentro gastronómico, son las encargadas de «comadrar» por las calles de La Pola (Pola de Siero), aunque actualmente este festejo singular se ha transformado en una cita familiar, para los más mayores, y en el caso de los más jóvenes, en una buena ocasión para divertirse de lo lindo.
Dado su gran poder de convocatoria, la organización de Les Comadres se esmera cada año en agradar a todos cuantos salen a la calle a celebrar este gran evento. El programa festivo incluye voladores y pasacalles matutinos, carpa con mesas para «comadrar» durante todo el día, animadas verbenas con las que calentar y animar la noche polesa como aperitivo del Carnaval...
Son fiestas muy antiguas de fecha variable, pues, aunque actualmente siempre se celebran el jueves anterior al miércoles de Ceniza, dependen de la época de la Cuaresma. No existe una fuente escrita que nos pueda servir de punto de partida para el estudio de su origen. Tenemos que basarnos en la tradición oral que ha pasado con mucho mimo de padres a hijos, por lo que hay varias corrientes de opinión al respecto y todas ellas, más o menos razonadas, con mayor o menor índice de credibilidad.
Hay quienes piensan que se remontan a los siglos XIV-XV y se celebraban en el tiempo en que las madrinas entregaban a sus ahijados el bollu. Otros opinan, en cambio, que su origen y nacimiento tiene lugar en la intervención de las celestinas o comadres para reconciliar o arreglar los enfados de las parejas de novios o matrimonios y, así, pudieran entrar en la Cuaresma reconciliados. Quizás ésta tenga alguna relación con el significado de la palabra comadre como mujer chismosa, curandera, etcétera, de la literatura medieval.
Otra de las opiniones es la que afirma que nuestra fiesta de Les Comadres tiene su origen en Argentina, concretamente en Tucumán y en el valle de los Calchaquis, desde donde un individuo de nombre desconocido vendría a Pola de Siero en los años posteriores a la conquista de América e iniciaría aquí la costumbre, donde arraigó.
Como se puede apreciar, esta tesis no es defendible, pues, aunque no dudamos de la universalidad de nuestras fiestas, a ellas y a nuestro folklore hay que buscarles explicación de su origen y significado in situ y propia de una colectividad, no de una individualidad.
La idea más coherente nos la da Julio Caro Baroja, quien hace un estudio sobre las fiestas de Comadres sin tocar concretamente la de Pola de Siero, y afirma que en España se celebraban y se celebran por las mismas fechas unos festejos con unas características parecidas, lo que hace suponer que todas ellas tuvieron un origen común en las fiestas romanas llamadas Matronalia, la fiesta de las mujeres casadas.
Como se sabe, la sociedad romana era eminentemente patriarcal; sin embargo, una vez al año se festejaban las anteriormente señaladas, las Matronalia, fiestas consagradas a Juno, cuyo sobrenombre era Matrona y que protegía a las mujeres embarazadas. Estas fiestas eran celebradas en las calendas de marzo por las mujeres casadas en memoria de la terminación de la guerra entre los sabinos y los romanos. En ellas se hacían sacrificios a Juno y las mujeres, que se adornaban con flores en ofrenda a la mencionada diosa, concedían a sus sirvientas los mismos privilegios que sus maridos concedían a los esclavos en las Saturnalia, pues eran ese día depositarias de la autoridad y el mando.
Ya en la Edad Media la Iglesia veía con cierto recelo estas celebraciones (Ausonio señalaba que las Matronalia se celebraban incluso entre los cristianos), pero, al no poder suprimirlas, les dio un significado distinto, haciendo derivar el antiguo concepto de Matrona al de madrina, como parentesco espiritual que adquiere ésta con la madre del bautizado.
Existen en otras partes de España fiestas de Comadres que quizá estén relacionadas con las fiestas de Santa Águeda, muy celebradas en nuestro país el 5 de febrero. En Zamora existe una cofradía de mujeres, regidas por mayordomas, que celebran la fiesta de las mujeres casadas. En la provincia de Segovia, en la ya citada festividad de Santa Águeda, se nombran alcaldesas que rigen los destinos de la población ese día y ocupan en la iglesia el banco concejil o de la justicia. En algunas zonas del País Vasco estas celebraciones reciben el nombre de Emakunde, que se puede traducir por matrona: que tiene hijos legítimos o que está en situación de tenerlos. Estas Emakunde son las fiestas de las mujeres casadas, muy comunes en algunas zonas de la provincia de Guipúzcoa, y en ellas, entre otras actividades, se reúnen para comer.
Todas las fiestas de Comadres, aunque con el paso del tiempo, y ya desde muy temprano, se ajustaron al calendario cristiano, siguen celebrándose en un periodo no muy lejano a las antiguas calendas de marzo, como hemos señalado anteriormente. Como veremos a continuación, en las dos fiestas de Jueves de Comadres que se celebraban en Asturias la parte profana se impuso a la otra sacra, hasta tal punto que hoy se olvidó por completo esta última, que fue el origen de la fiesta.
Actualmente Les Comadres se celebran aquí en Asturias exclusivamente en Pola de Siero y Gijón, aunque de forma totalmente distinta en cuanto a esencia, difusión y participación de gente.
Tradicionalmente y desde tiempo inmemorial, la fiesta de Les Comadres en Pola de Siero consiste en comadrar: reunirse los familiares y amigos a merendar el bollu preñáu (masa de pan o de hojaldre, hecha en casa con mantequilla y rellena de chorizo), acompañada de abundante sidra y una naranja de postre. Cabe señalar que hasta principios de siglo estas meriendas se hacían en el campo, costumbre que los niños siguen manteniendo, aunque su bebida es un refresco. Actualmente, por diversas razones (la climatología, entre las principales), se comadra en los bares de la localidad, y el menú, aunque básicamente cada familia sigue aportando los bollos preñaos, ha variado, en consonancia con los tiempos, en cantidad y en calidad: tortillas, embutidos, lacón relleno, carne empanada, etc., son algunos de los platos exquisitos, junto con variedad de tartas, que adornan las mesas.
FUENTE: Ayuntamiento de Siero
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